martes, 29 de enero de 2008

Nuevo nacimiento

A menudo he escuchado las diversas posiciones de miembros, líderes y dirigentes de la Iglesia en torno al bautismo. Las opiniones son divergentes, el tema es apasionante y casi nadie desea quedarse al margen de dicha conversación.

La plática revivió recientemente con motivo de la gran celebración bautismal del 27 de enero en Catemaco. Probablemente aventurando un pronóstico o con conocimiento de causa un líder de la Iglesia dijo que en algunos distritos "el 50% de los bautizados es gente que fue sacada del panteón". El solo hecho de pensarlo es preocupante.

Quizá es necesario hacer una precisión en torno al tema: caminan por dos caminos distintos la necesidad de ser bautizada que la gente tiene y los blancos fijados junto con los métodos para alcanzar dicho blanco.

Definitivamente estoy a favor de fijarse metas que sean cuantificables. Es posible que la cantidad de personas bautizadas sea un índice importante en cuanto a cuan cercas estamos de cumplir nuestra misión. No podemos caminar sin saber a donde queremos llegar. En algún tiempo pasado a los blancos de bautismos se le llamaron "objetivos" y sin embargo el propósito sigue siendo el mismo: buscar una cantidad que marque nuestra evoluvión o involución.

Continuará...

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